Cada vez que siento cerca los latidos del ahora surgen los recuerdos como salen las personas de la niebla.
Morirse de memoria, Emiliano Monge.
La idea del final se comenzó a formar cuando, sin darme cuenta, los años juntos se volvieron segundos. Comprendí entonces que, después de la despedida y el último abrazo, lo único que me quedaría sería tu cepillo de dientes en el baño, dos libros subrayados, una chamarra y un catálogo de recuerdos.